Padre Esteban: Un testigo de nuestra congregación SS.CC.
Como comunidad educativa, estamos reflexionando la vida y obra del Padre Esteban Gumucio SS.CC., uniéndonos a los colegios y obras de los SS.CC., en la Zona Costa.
Este 30 de agosto el personal del liceo nos reunimos para poder compartir la vida del Padre Esteban, preparando su celebración del día 03 de septiembre. Nos unimos en la oración, reflexión y trabajo colaborativo.
Hoy, más que nunca, la Iglesia necesita de testigos. Estos testigos son indispensables, tanto al interior de la vida de la Iglesia como para comunicar al mundo su mensaje. Se necesitan personas capaces de dar un testimonio coherente de lo que dicen creer. Así mismo, nosotros al interior de nuestra comunidad necesitamos de testigos que sean un ejemplo de servicio a los demás. No se trata, tan solo, de actuar, sino de ser verdaderos misioneros que pongamos nuestros dones al servicio de nuestros estudiantes y de todos los miembros del LNSP.
El Padre Esteban Gumucio durante toda su vida, supo entregar a otros los frutos del Espíritu Santo que el cultivo. Su vida encanta y es un llamado a seguir sus pasos. Dios le dio la gracia de escribir y a nosotros la oportunidad de recoger, ordenar y publicar sus escritos. Pero, no podemos dejar de lado que, si esto es así, es simplemente porque el mismo Esteban Gumucio fue un fascinado por Jesús.
Te suplicamos, Señor,
que manifiestes tu bondad,
salva a todos cuantos sufren
la mentira y la maldad.
Ten piedad de los humildes
y a los caídos levanta,
hasta el lecho del enfermo
acerca tu mano santa.
Entra en la casa del pobre
y haz que su rostro sonría,
para el que busca trabajo
sé tú fuerza y compañía.
A la mujer afligida
dale salud y reposo,
a la madre abandonada
un buen hijo generoso.
Encuéntrale tú el camino
al hijo que huyó de casa,
al pescador perdido,
al vagabundo que pasa.
Que el rico te mire en cruz
y a sus hermanos regale,
que no haya odio ni envidias
entre tus hijos iguales.
Da al comerciante justicia,
al poderoso humildad,
a los que sufren paciencia
y a todos tu caridad.
Venga a nosotros tu Reino,
perdona nuestros pecados,
para que un día seamos
con Cristo resucitados.
Tú, Señor, que puedes esto
y mucho más todavía,
recibe nuestra alabanza
por Jesús y con María.