Con tristeza, pero con la esperanza puesta en la Resurrección, comunicamos la muerte de nuestra hermana Ana Cecilia Muñoz ss.cc. al mediodía de este domingo 18 de mayo de 2025, en la residencia de Santa Inés de la congregación, en la ciudad de Viña del Mar.
La hermana Ana Cecilia Muñoz López nació el 2 de noviembre de 1946 en Viña del Mar, en una familia profundamente creyente. Fue hija de Víctor Muñoz y Lidia de las Mercedes López, y desde temprana edad mostró una fe firme y comprometida, que marcaría el rumbo de toda su vida.
Ingresó a la Congregación de las Hermanas de los Sagrados Corazones en enero de 1964 en Santiago, iniciando un camino de compromiso que la llevaría a profesar sus votos perpetuos el 18 de julio de 1973. A lo largo de sus años en la vida religiosa, vivió su vocación con entrega generosa, sensibilidad social y una profunda pasión educativa y pastoral.
Ana Cecilia fue profesora de Educación General Básica, titulada por la Pontificia Universidad Católica de Chile, y puso sus talentos al servicio de numerosas comunidades educativas a lo largo del país: desde Viña del Mar, Ñuñoa y Valparaíso hasta San Javier y Villa Alegre. Fue directora y representante legal de varios colegios de la Congregación; Regina Pacis en Santiago (1981-1986), Escuela Agrícola Villa Alegre (1990), Liceo SS.CC. San Javier (1991-1995) y representante legal en el colegio de Santiago los años 2002 y 2003. Su liderazgo fue reconocido también al interior de la vida congregacional: fue consejera provincial, vicaria y responsable de diversas comunidades. Fue Superiora Provincial entre los años 1996 y 1999.
Su espíritu misionero la llevó a servir también fuera del país, en Bolivia y en Brasil, acompañando comunidades religiosas, participando en la pastoral parroquial y colaborando en la formación de nuevas hermanas.
Durante sus últimos años, vivió en comunidades como El Carmen, Damián de Molokai en Santiago y Buen Padre en Limache. Fue una mujer cercana, preocupada por la justicia y la paz, profundamente comprometida con los más vulnerables: acompañó a personas con discapacidad, trabajó con migrantes, participó en espacios de reflexión sobre la violencia y colaboró en redes como la Conferre en el grupo contra la trata de personas. También cultivó una pastoral de escucha y cercanía, dejando huella en cada persona a la que acompañó.
La hermana Ana Cecilia falleció el 18 de mayo de 2025, dejando un legado de amor, compromiso evangélico y fidelidad a los Sagrados Corazones. Su vida fue signo de ternura y fortaleza, de contemplación, acción y de entrega.
Descansa en paz, querida hermana. Tu memoria vive en el corazón de quienes compartieron contigo el camino y en cada comunidad que ayudaste a crecer.