En este tiempo de Cuaresma, la figura del Buen Padre Pierre Coudrin (1768-1837), fundador de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y de María (SS.CC.), nos ofrece un testimonio inspirador de conversión, sacrificio y entrega total a Dios. Su vida, marcada por la clandestinidad y el fervor evangelizador en tiempos de persecución, resuena con la invitación cuaresmal a la oración, la penitencia y la misión.
Un Camino de Conversión y EntregaLa Cuaresma nos llama a la conversión, y el Padre Coudrin vivió esta experiencia en profundidad. Durante la Revolución Francesa, debió esconderse en un granero durante meses, tiempo en el que experimentó un encuentro profundo con Dios. Su decisión de entregarse plenamente a la misión evangelizadora refleja la invitación de este tiempo litúrgico a renunciar a uno mismo para seguir más de cerca a Cristo.
Oración y Reparación: Corazón de la Espiritualidad CuaresmalLa oración y la reparación son elementos esenciales de la Cuaresma y de la espiritualidad del Buen Padre Coudrin. Su amor por los Sagrados Corazones lo llevó a promover una devoción basada en la reparación de los pecados del mundo, una actitud que la Iglesia nos invita a asumir durante este tiempo de gracia.
La Misión: Una Llamada a la Caridad La Cuaresma no es solo un período de introspección, sino también de servicio. Coudrin, junto con Henriette Aymer de la Chevalerie, fundó la Congregación con un fuerte espíritu misionero, dedicado a la educación y a la formación cristiana. Este testimonio nos recuerda que el amor cristiano debe traducirse en obras concretas de caridad y servicio a los demás.
En esta Cuaresma, dejémonos inspirar por la vida del Buen Padre Pierre Coudrin y renovemos nuestro compromiso de oración, sacrificio y servicio, siguiendo su ejemplo de amor y entrega a Dios.
MIRKO MUENA JOFRÉ
COORDINADOR DE PASTORAL
