El pasado jueves 27 de febrero, la comunidad educativa del Liceo Nuestra Señora de la Paz dio inicio al año escolar con una emotiva liturgia celebrada a las 09:00 horas en la Capilla del Liceo, el corazón de nuestra comunidad educativa pastoral.
Este encuentro espiritual reunió a todo el personal del establecimiento en un ambiente de fe y reflexión, reafirmando el compromiso de servir con amor y dedicación a nuestros estudiantes y sus familias. En esta ocasión, se presentó oficialmente a la nueva Directora del Liceo, la Señora María Eugenia Baeza, quien asume este desafío con entusiasmo y vocación de servicio.
Como signo de unidad y organización, se hizo entrega a cada miembro del personal de la agenda institucional 2025, herramienta fundamental para la planificación y desarrollo de las actividades del año escolar.
Motivación de la Oración
«Señor, hoy nos convocas como Liceo Nuestra Señora de la Paz a este nuevo año, unidos por el anhelo de servirte y ser instrumentos de tu amor. Nos reunimos con humildad y gratitud, conscientes de que este nuevo año es una oportunidad para escuchar tu voz y discernir juntos el camino que nos invitas a construir. Tú eres el centro de nuestra misión, la fuente de inspiración que da sentido a cada decisión, proyecto y esfuerzo en nuestro trabajo pastoral.»
Lectura del Evangelio
Durante la liturgia, se proclamó el Evangelio según San Lucas 10, 1-11, donde Jesús envía a sus discípulos a anunciar el Reino de Dios.
Reflexión
La reflexión de la jornada nos recordó que la misión no es un acto solitario, sino una tarea compartida en comunidad. Así como Jesús envió a los 72 discípulos, hoy somos enviados a construir un ambiente de paz, esperanza y amor en nuestra comunidad educativa pastoral. Se nos llama a ser testigos vivos de la presencia de Cristo, confiando en su providencia y viviendo con autenticidad nuestra vocación educativa.
Este nuevo año escolar nos desafía a fortalecer nuestros lazos, a asumir compromisos con valentía y a caminar juntos en la construcción del Reino de Dios en nuestro quehacer diario. Con fe y dedicación, encomendamos este año a la intercesión de Nuestra Señora de la Paz, confiando en que será un tiempo de crecimiento, aprendizaje y servicio.